viernes, 28 de febrero de 2014

Una dieta sana


Como adicta a las dietas he ido aprendiendo algunas cosas sobre las mismas, y ya soy veterana. Después de hacer casi todas las dietas conocidas e inventadas por el hombre, y haber sido cliente de mil y un dietistas, ahí van mis aportes: 
  1. Comer la cantidad adecuada: Es normal que cuando estés a dieta tengas un hambre descomunal, pero que eso no sea escusa para saciarte a lo burro con un plato de tres kilos de ensalada, los atracones (independientemente de lo que comas) también engordan. Además hay que masticar muy bien el alimento, ya que una digestión pesada también hace que los nutrientes tarde más en absorberse y esto nos hace engordar.   
  2. Hacer ejercicio: Yo soy de las que piensa que hacer ejercicio es una mierda. No me gusta nada, me gusta estar en casa y no moverme. El problema es que si no te mueves de nada te vale hacer dieta, ni tampoco te valen las pastillas para delgazar, ni los suplementos ni nada de nada. La clave es moverse. No hace falta que salgas a correr como si no hubiese un mañana, ni que te apuntes a un gimnasio, siempre que aumentes tus pulsaciones habituales durante más de unos 20 minutos estarás quemando calorías. Si eres alguien que se mueve poco como yo puedes pasear simplemente, (pasear a buen ritmo) Además intento combinarlo con cosas que me gusten, como ir a ver escaparates. Si no eres de esas puedes ir y volver del trabaja a pie, salir a bailar o cualquier cosa que se te ocurra. 
  3. Control de lácteos: Antes de decir nada, quiero aclarar que este es un punto muy subjetivo, me he informado del tema y hay muchos que piensan como yo, pero ya digo que tampoco hay una base científica 100% fiable. Yo no tomo leche ni derivados lácteos. Desde que no lo hago vivo mucho mejor. No me gusta nada el sabor, y el olor de algunos quesos me da nauseas. Por no decir que el comer un alimento fermentado siempre produce más gases, lo que hincha más y dificulta las digestiones. Entonces dirás... ¿Y que pasa con el calcio de la leche? Bueno, en muchas ocasiones y sobre todo en leches enriquecidas etc.. (espera al punto siguiente) el calcio es añadido, es decir: que puede ser el mismo aporte que podemos conseguir con cualquier complejo rico en calcio que podamos adquirir en la farmacia. También me gustaría decir que el hombre es el único animal que sigue tomando leche una vez de adulto, y además con las especificaciones nutricionales para otro animal. Y me dirás "Bueno también somos los únicos que comemos la comida cocinada con fuego..." ¡Cierto! Pero la leche también esta pasterizada y "pretratada". También podrías decir "Vale, voy a probar, a partir de ahora voy a beber leche de soja con calcio", ERROR. La soja y la leche de soja enriquecida con calcio es un fraude. La soja bloquea la absorción de calcio, lo que es un absurdo beber leche de soja con calcio, ya que lo único que hace es pasar por tu cuerpo y salir tal cual. Así que si tomas soja o alimentos con soja intenta no combinar en esas comidas alimentos ricos en calcio. ¿Y de donde saco yo el calcio? Hay mil alimentos naturales que contienen calcio, algunos de los que más son por ejemplo la naranja o las sardinas. Entonces nos queda la leche y los quesos Ligth. Esto es una apreciación personal: Si se le quita la grasa, ¿Que más se le quita? Todos hemos bebido un vaso de leche ligth grisáceo y algo transparente. Y por último la mantequilla: Intento no tomar mantequilla, pero tampoco margarina. Según tengo entendido la margarina nació en Alemania durante la segunda guerra mundial y la sacaron del carbón vegetal. No hace falta que diga nada que no haya dicho antes sobre los añadidos artificiales.     
  4. Chorradas como el bifidus, omega 3 y otras paridas: Como he comentado ya antes, es absurdo tomar nutrientes de más ya que nuestro cuerpo tiene una capacidad de absorción limitada, bombardearlo con excesos solo lo hace dependiente y lo atrofia para un consumo y un uso adecuado de los mismo. Obviamente si tu cuerpo tiene carencia de hierro por ejemplo (anemia etc...) Siempre hay que darle la cantidad que demanda, pero si tienes los niveles correctos no debes sobrecargarlo.  
  5. Picar entre horas: Muero por picar. Si eres de las mías: te entiendo, es un vicio imposible de dejar. Empecé a engordar a lo bestia cuando empecé a trabajar en restaurantes. Pasaba por la cocina y veía descartes de comida y los engullía, y claro: picando durante cinco o seis ya me dirás... De todos modos: si eres capaz de controlarlo picar tampoco tiene por que ser la muerte de la dieta, es mejor picar algo que aguantar las ganas y acabar dándote un atracón bestial de lo que sea. Además (Y esto es topicazo, topicazo...) puedes sustituir lo que "picas". Por ejemplo, la zanahoria cruda o cocinada es bastante dulce, a media tarde o durante la mañana puede entrar muy bien. Sin olvidar la fruta. También nos vale el jamón serrano (sin grasa) fiambre de pavo (sin gluten, eso nos garantiza que no lleva patata ni ningún otro engorde que nos haga ganar peso...) Algo de pan siempre que no pase de los 100 gramos diarios, y cualquier verdura cruda o cocinada sin aceites ni grasas. Siempre en cantidades moderadas, sacias la ansiedad y listo, que puedas picar no es sinónimo de barra libre.
  6. La fruta engorda: Si amigos... La fruta engorda. Hay muchas chucherías y bollería que van endulzadas con fructosa, que sorpresa sorpresa, es un azúcar que se saca de la fruta. Esto no quiere decir que comiendo fruta te vayas a poner como una ballena, pero debes saber (Y esto te puede ir bien para el punto anterior...) que las gominolas y caramelos que estén hechos con fructosa engordan casi tan poco como la fruta. El tema de comer fruta antes de comer es una parida. Si te sientas a la mesa y inmediatamente antes de comerte un plato de lentejas y te comes dos kilos de manzana estas haciendo el paripé. Para que la fruta engorde casi nada has de comerla al menos una hora antes de las comidas, para que a tu cuerpo le de tiempo a absorverla y procesarla. Bien, no dejes de comer fruta, son aporte natural de vitaminas y fibra, lo que hace que tu aparato digestivo funcione mejor y adelgaces. Además también es cierto que lo que engorda la fruta es mínimo, si la comes bien no tienes ni por que notarlo. Además puedes comer fruta a todas horas y cuanta quieras, siempre que sea en cantidades normales (no atracones) y siempre un buen rato antes de de ingerir otros alimentos más pesados. Una vez hice una dieta de purificación, consistía en comer SOLO piña durante una semana. Podías comer tooooda la piña que quisieses a tooooodas las horas del día y en cualquier momento. ¿Resultado? Acabé engordando más de un kilo en seis días. ¿Por que? Por que comí una cantidad increible de fruta y de una forma muy muy descontrolada. Fue algo como: "Oh, dioses, estoy a dieta, tengo un hambre atroz, pero puedo comer toda la piña que quiera! asi que me voy a comer un kilo en cada comida!" Mala idea.  
  7. ¿Y el chocolate? Chocolates y dulces a menudo son iguales a paraíso. Como todo: cuanto más puros y naturales sean menos engordan, pero no se debe abusar. Pero como he dicho antes, es mejor picar de vez en cuando antes que comerlo todos los días (el cuerpo se acostumbra) o darte un atracón. 
  8. Un amor imposible con el azúcar: El azúcar como tal crea cierta adicción. Las bebidas azucaradas, los dulces etc... además de engordar son adictivos. Como todo para evitar que esto te pase es no abusar. A mi personalmente no me gusta la sacarina ni los edulcorantes, su sabor no me gusta, me sabe a plástico, pero esto es una apreciación personal. Si estas cómoda con la sacarina y demás: adelante, si como yo tienes problemas con ellos te sugiero lo siguiente: huye de los azucares refinados, el azúcar de caña (a pesar de que tienen más melaza) es más natural y produce menos enganche, también tienes la opción de la miel, pero debes saber que engorda mucho más. Además, el azúcar ayuda a trabajar al cerebro, así que si tienes que dosificar tu azúcar, tómalo mejor por la mañana, un par de cucharadas por la mañana en el café, te ayudan a ponerte en marcha mental y físicamente, y tienes todo el día para quemarlo.   
  9. Amor a lo integral: Este es otro punto difícil, es cierto que lo integral engorda más, pero también es cierto que ayuda a tu cuerpo a funcionar mejor, y como he dicho antes un mejor tránsito ayuda a adelgazar. Pero (siempre hay un pero...) hay que tener cuidado con los integrales que llevan incorporados laxantes, pasa más amenudo de lo que creemos, y irse por la pata no es bueno, te deshidratas y pierdes nutrientes, sacas lo necesario de los músculos, pierdes fuerza y consistencia que luego es casi imposible de recuperar, lo que te da como resultado son depósitos de grasa en sitios extraños y aunque estés delgada no tendrás una figura bonita.  Así que laxantes para delgazar NO.  
  10. Beber mucho:  Pues eso, el agua limpia y purifica así que bebe mucho. 
  11. Cambiar los hábitos: Esto es algo curioso. Pongo un ejemplo: llevas seis meses a dieta severa; no sales de la verdurita, el pollo plancha, y la ensalada. Pero poco a poco vas notando que dejas de adelgazar a buen ritmo, e incluso que empiezas a engordar. Entras en cólera... ¿Como puedo engordar si ya no vivo en el paraíso de la grasa? Bien el cuerpo necesita nutrientes, obvio, si tu no se los das en la medida que los va quemando los metabolizará de lo que tu le des. Es decir, se acostumbra a lo que tu ingieres. Así que si piensas hacer una dieta prolongada debes variar los alimentos, por muy severa que sea tu dieta, y a pesar de que sea un pequeño sacrificio para tu dieta, intenta introducir de vez en cuando algún alimento algo más graso. Este hecho es uno de los motivos por los que algunos dietistas varían las dietas semanalmente, y dan un día a la semana "libre" para que en una comida ingieras cualquier cosa que no sea de dieta. Así que en la variedad esta el gusto. 
  12. Combinar alimentos: Y ya por último, combinar alimentos es la clave. Estas son las combinaciones: verdura con carne (proteínas), carne (proteínas) con fruta, pasta con verdura, pescado con verdura, pescado con fruta, harinas con verduras y legunbres con verduras. Parece fácil ¿Eh? Pónlo en práctica y verás... No hace ni falta que descartes ningún alimento si no quieres, pero piensa ¿De que te vas a hacer los bocadillos? Chan, chan, chaaaaaaaaan uno que parece una guarrada, pero que está bastante bueno es: pan, lechuga, tomáte y salsa de soja (en poca cantidad la salsa). 
Bien, y estas son las piedras que componen la pared de mi obsesión por la gordura. Tras una vida entera de dietismo y complejos, debo decir que no hay dos cuerpos iguales, hay delgados y hay gordos, así es la vida. No hay mejor dieta que aceptar tu cuerpo tal y como es, y ser consciente que tu cuerpo es solo tuyo, lo que le hagas hoy tendrá consecuencias mañana, y tu y solo tu tendrás que vivir con ellas. Conozco mujeres (que como yo) han estado a dieta permanentemente, y en la vejez tienen falta de masa muscular o falta de calcio, y lo están pasando verdaderamente mal. Como mujeres conscientes debemos conocer nuestro cuerpo, y darle una vida sana. Es cierto que a menudo es muy difícil. Las hay como yo que incluso cuando estaban verdaderamente delgadas, se sienten obesas y están obsesionadas con su cuerpo. Esto crea malos hábitos y daños a tu cuerpo. A mi personalmente me ha costado una vida entera darme cuenta de que solo tendré este cuerpo y una vida para hacerlo bien. Así que aunque no tengas mucha autoestima: cuida tu cuerpo. 

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