lunes, 22 de octubre de 2007

Resaca a la sombra de un ficus.

Después de una noche de locura con Gaudí, abrí los ojos a las 3 de la tarde, por que los tacones de 10 centímetros siempre dejan esa secuela. Poquito a poco conseguí sentarme al ladito de mi otra parte, las dos allí, muertas de risa, sentadas en la escalera de la entrada de la carnicería, a la sombra reconstituyente de un ficus, se nos escapaba el buen humor por las narices, recordando a nuestros ositos, y pensando en lo que podría haber sido si hubiesemos salido solas. Al final, decidimos que la vida de resaca es mucho mas difícil, pero que a gusto estábamos sentadas en las escaleras de la carnicería, a la sombra del ficus recordando que bien lo habíamos pasado la noche anterior.
Ma: Que bien lo pasmos, lo necesitábamos las dos, y eso que solo ibamos a tomarnos una cerveza...

3 comentarios:

antartida dijo...

que buena eres con el relato corto cabronaaaa!!!!!
en fin espero ver pronto tus zapaticos :P
bueno turri que sepas que también te quiero sin tacón, incluso más, porq no necesito que mortifiques tu espalda por mi jejejeje

Anónimo dijo...

si, la vida es dura un dia de resaca pero lo bueno es cuando tienes a alguien al lado como tu que le da un toque de color rosa.... :)
tu otra parte al lado del ficus

MuRSiaNo dijo...

bueno, espero no saber nunka lo ke hubierais hecho sin vuestros ositos.